El objetivo de los entierros es común en todo el mundo, poder llorar la muerte de un ser querido y expresar sentimientos de admiración y respeto por ellos. Lo que bien es cierto, es que la forma de entierro varía en función del país y la cultura en la que nos encontremos.
Existen miles de ritos distintos, desde los más curiosos y divertidos hasta otros más solemnes y fríos. Lo que está claro, es que, en todos rincones del mundo, le dan una gran importancia a la despedida de un familiar o amigo.
No obstante, lo mejor que podemos hacer aceptar el ciclo de la vida y sobrellevar los ritos fúnebres de la forma más natural posible para guardar un bonito recuerdo de nuestro ser querido.
EL ORIGEN DE LOS FUNERALES
Todos conocemos las ceremonias fúnebres que se suceden a la muerte de una persona, en cambio, no siempre se sabe el origen de por qué se celebran estas despedidas con tantos siglos de historia a sus espaldas.
El acto del funeral se remonta, según estudios paleontológicos, al hombre de Neandertal. Esta especie ya enterraba hace 41 mil años a sus seres queridos. Se caracterizaban por ser entierros a modo de ofrenda, ya que creía que, de esta manera, conseguirían atraer a los buenos espíritus y obtener grandes cosechas.
Asimismo, se les colocaba en posición fetal para representar la forma en la que se viene al mundo y con alimentos para que pudieran empezar una nueva vida.
Sin embargo, se podría decir que la celebración del velatorio no se documenta hasta la Edad Media. Esto se debe a que, en aquella época, bien por la ingestión de alimentos tóxicos o patologías relacionadas con la salud, entonces desconocidas, podía darse el caso de enterrar a una persona inconsciente sin que esta hubiera fallecido realmente.
Desde entonces, los entierros han ido evolucionando con el paso del tiempo y las prácticas han ido cambiando considerablemente hasta las costumbres que tenemos actualmente.
TIPOS DE ENTIERROS
Los actos de homenaje a un ser querido que acaba de fallecer tienen un gran significado para los allegados y amigos. Y es que, aunque los homenajes vienen de la mano con el sufrimiento y el dolor, también consiguen hacer que nos unamos los unos con los otros.
Las tradiciones funerarias son de lo más variopintas y dependen de las creencias y valores culturales de cada sociedad. No en todos los países los colores representan lo mismo, ni la duración. A grandes rasgos podemos decir que no es lo mismo morir en oriente que en occidente, y encontramos diferencias considerables.
A continuación, dividiremos los entierros en función del país en el que nos encontremos y la cultura:
SEGÚN EL PAÍS
En algunos países se realizan funerales sencillos y cotidianos, pero en otros se hacen ritos realmente curiosos, como, por ejemplo:
- Vietnam y Tailandia: se acompaña al muerto desde su casa hasta el cementerio, recreando lo que sería su vida normal. Así pasan por el mercado, su trabajo o casa de sus padres.
- Suecia: los funerales suelen celebrarse unas dos semanas después de fallecimiento. Este acto suele variar dependiendo de los deseos de la familia, sin embargo, por ley está prohibido que se alargue más de un mes.
- Madagascar: se realiza cada cinco o siete años la ceremonia de «el giro de los huesos», donde se realiza la exhumación del cuerpo y la familia baila y pasea con el cuerpo.
- Bolivia: se cree que los cuerpos tienen 7 almas y cada una va a un lugar, por esta razón siempre guardan el cráneo porque considera que ahí se encuentra la que tiene el poder de visitar a los vivos. Además, el 9 de noviembre se celebra el Día de los Cráneos, día en el que se sacan los cráneos a la calle adornados con flores y gorros.
SEGÚN LA CULTURA
Se pueden separar en las grandes cinco religiones que se establecen en el mundo:
- Cristianos: se replica el acto de entierro en tumba tal y como se celebró con Jesucristo. Normalmente se realiza un velatorio con el cuerpo del ser querido fallecido presente y tras este se pasa al entierro. No obstante, desde hace numerosos años también se realiza la incineración de los cuerpos.
- Musulmanes: cuando un ser querido fallece, sus familiares lavan el cuerpo, lo guardan en una mortaja y lo entierran entre 24-72 horas tras el fallecimiento.
- Judíos: son prácticas similares a las cristianas, aunque se les entierra con una mortaja sencilla. La principal diferencia es que las flores no están bien vistas.
- Budistas: para los practicantes de esta religión la muerte no es el final, sino que se considera el inicio de una nueva vida y así continuamente hasta que se alcance el Nirvana.
- Hinduistas: tienen las mismas creencias que los budistas, sin embargo, ellos solo conciben la cremación ya que consideran que el cuerpo es un obstáculo para que el alma pueda seguir su camino.
Como vemos, todas las civilizaciones a lo largo de la historia han creído en la importancia de la ceremonia de despedida de sus seres queridos. Sea como fuere, no deja de ser una forma de rendir homenaje a quién ya no está con nosotros, sea como sea la forma en que esto se articula.